8 de octubre de 2009

dignificada en líquido elemento,
a ti y a mí nos exaltan los sonidos exteriores

recuerda que suenan a veces las campanas
repiqueteando inertes pumas en tu memoria
construyendo sensaciones plácidas de balsa de aceite
remedios constantemente endulzados con el petróleo líquido de la serenidad.

casi más allá de las farolas tu mano comienza a agarrar la mía
poco a poco asiendo una conciencia desparramada en regaderas y fluyendo en tierra común

te mueves interiormente
te mueves y agarras desesperada lo más profundo que una conciencia puede llegar a imaginar:
el útero materno.

predestinadas a la mediocridad luchamos por la capacidad de persuasión
caen árboles de los caminos
todos son movimientos que conducen a la tranquila inercia de la rotación pactada
todos son movimientos que conducen a la dorada áurea desagradable mediocridad

déjame confesarte que las vías de escape son prácticamente inexistentes

cabalga un corcel blanco por la calle embarrada
las salpicaduras violeta marcan las paredes a su paso (el impacto es inevitable)
asegura así un rastro de permanencia hasta la próxima mano de cal

llegarás tú también algún día
tratarás de permanecer
masticarás perlas con tus ojos
y tocarás de forma absoluta el inalterable mundo

paladearás la mediocridad como suculento aperitivo obligado.

2 comentarios:

MA dijo...

Hola Silvia , paso a leer tus poesias . Un saludo de MA .

Anónimo dijo...

Eres muy grande..wao!!
Arturo