21 de junio de 2010

Paradisträdet är en av de gamla klassiska krukväxterna i Sverige och har anor sedan mitten av 1800-talet. Eftersom dess ursprung är torra stäppmarker, är det en oöm krukväxt som trivs utmärkt i torr inomhusluft.

Som andra suckulenter trivs Paradisträdet bäst i sandblandad, inte för näringsrik jord. Sol är bäst, men växten klarar också att stå i skugga. Vattning bör ske sparsamt.

Det är ovanligt att ett Paradisträd i kruka blommar. Det är dessutom bara gamla exemplar som kan blomma, och kräver att växten får stå svalt och torrt under vintern.


me he perdido en un campo tan verde entre tantos momentos. difícil querer olvidar un concierto desactualizado en una tarta de boda. una precisión monumental acelera el mundo provocando una división celular imperante; la leche corre y cubre montes enteros de felicidad conyugal aristocratizada.

obviamente, yo estornudo y me cubro la vergüenza con la mano que aún tengo libre -por poco tiempo- y el tiempo parece enmarcarse durante un segundo contra la ventana y quietos todos, perfectamente vivos, merodeamos por conciencias ajenas y dando un saltito empezamos a bailar.

el fin de la historia debería ocurrir en el preciso instante en que "nunca" pierda su sentido. y, por perder y pedir, el fin de la historia debería tener lugar en el preciso instante en que deje de quererte. canta un pájaro fuera y, a ratos, parece primavera en este jardín de mentido verano.

aparece una nube gris y el panorama se funde hacia la memoria.

5 de junio de 2010

Simplemente sentarme al viento
como si no pasara nada,
dejar que los dedos se engarcen en palabras granate,
en el recuerdo de voces-reflejo-cristal,
calles de verano desbordadas, orejas de metal, amígdalas,
cocineros de infartos bailando en mi particular
banquete de boda;
el pasado remoloneando infiel entre las esquinas
del barrio en el que nos despertamos cada mañana
el uno al otro.

En ocasiones soy capaz de apagar un torbellino con un simple movimiento de batuta,
como si no pasara nada,
cuando lo cósmico me excita y es imperante silenciar la orquesta privada,
vaciar todos los jarrones,
enterrar las flores secas junto con las piedras preciosas que se han ido extraviando en los sumideros;
seguir respirando.

3 de junio de 2010