27 de septiembre de 2008

Exhortaciones de conveniencia
................hacia la 3ª Guerra Mundial
................¡Arriad las velas de los bancos!

.....................Inyección de dopamina en tus ojos de aristócrata

Pacto unilateral debatido
.................una pirueta de la bailarina antropomórfica.

labolsased
..................e
....................s
.....................p
.......................l
........................o
..........................m
..............................a

/una madre con su hijo en brazos
llora la muerte del capitalismo en mi portal

-las orquestas marchan por las calles-

............................"Oh, when the Saints..."

..............................................Silba el pueblo a ritmo de derrota

4 de septiembre de 2008

Fotos de fotos de fotos

A Dani Herrera


En la calle empiezacaba el mundo
coches de vuelta de horas en lata traje, corren cabreados todos,
musculación incipiente sexual y urbana con cláusula de rescisión.

Y alguien duerme la siesta
y Dani está acelerado
y tiene un avión ya empaquetado con destino a la ciudad del ritmo
sin fiesta
sin velas
no hay coro y somos pobres de asfalto.
Agradable tranquilidad a la llegada y carteles de yoga 2x1 recibiéndole con las piernas abiertas en la calle.

San Francisco está desordenado en el bar y las antenas se doblan formando radios de tungsteno en tus ojos.

Coge la calma y corre entre vías de animales muertos, entre vías del submundo alcantarillesco capitaneado por cocodrilo dandí. Por la ventana verás una señora de pechos franceses -moluscos en los brazos- vendiendo fotos de fotos de fotos de flores y pilotos de alta velocidad.
Todos irán volviendo y tú verás las hojas caer, la muerte del verano; habrá frío en otros lados del mapa, telepatía con Moscú, pechos en las alcantarillas de Francia.

Hay un taxi parado a la puerta y lo conduce un puerco con bombín.

Dani se va y tiene una maleta aterciopelada propulsada por motores a reacción; todos nos despedimos con manoplas liláceas hinchadas de situaciones.

El capitán del subsuelo californiano encenderá un cigarro y escribirá tu nombre en el censo, y un verso de Baudelaire para no olvidar quién fuiste.
Habrá una silla en un aeropuerto americano que tenga puesto un sombrero de poeta y hablará de la triste grandiosidad del amor, el sexo y la derrota.
A su lado, una señorita nacida en los años 20 se quitará los mitones para secarse las lágrimas.