2 de abril de 2008

A Inés y Carlos

Os veo
resonando como jazz de la trompeta de Vian
entre filigranas niebla,
escuchando y vibrando como tímpanos de seda ultramarina,
como grandes paneles al viento sacudidos por bemoles,
como una cortina de patos pasando con chistera, como el telón granate de alivio semanal.

Tan vuestros/
.......................Tan nuestros

que a veces parece que os retumba el amor en la caja de resonancia de las manos,
que a veces parecéis ser domadores de un estrafalario circo de leones en estampida por las estrellas,
que dais de mamar al cadáver más exquisito y lo acostáis calmado en su cama de cristales que ya no son cristales sino copas rebosantes de champagne francés,
que explotáis en una bomba atómica de palabras
cabalmente ordenadas
como diez mil jinetes del apocalipsis entregados hasta los dientes.

Porque (os) importa hoy.
Nos importáis hoy.

Y puede que mañana se caigan las piedras que sujetan esta acera de tres de la mañana y estas puertas sin pestillo.
Puede que algún día la ONU cambie sus estados miembros.
Puede incluso que se nos acabe el tabaco y la ciudad esté blindada, o que una cabalgata de freaks entre haciendo cabriolas y nos peine el orificio por el que se nos escapan versos.

Desde estas piernas, digo que puede morirse el futuro.

Porque (os) importa hoy.
Nos importáis hoy.

Y
Estaré
Estaremos
Estaréis

Siempre.

2 comentarios:

Elia dijo...

no te lo dije en su día (antesdeayer, claro) pero


muy fuerte
lo de los estados miembros.

es totalmente "clase de interpretación".

elnaveiras dijo...

grandiosa lectura además.

eres muy buena.