23 de abril de 2007

Cristal de Bohemia

Bohemia es una región histórica de Centroeuropa que ocupa los tercios occidental y central de la República Checa. La industria principal de la región, en cuanto a la exportación de materiales es el cristal. Los artesanos llevan siglos trabajando este material para conseguir las piezas más finas y cuidadas.
Incluso en el siglo XXI, el secreto de la elaboración del cristal de los talleres más afamados sigue transmitiéndose de padres a hijos.
Otro motivo por el cual la región de Bohemia ha gozado de gran renombre a lo largo de la historia es el hecho de que ha sido cuna de afamados músicos y compositores: Bedrich Smetana, Antonín Dvořák... grandes genios de su época que han provisto al mundo con algunas de las obras más hermosas de la música.
De hecho, se puede establecer una conexión entre estos dos aspectos artísticos de la región de Bohemia por medio de las copas de cristal.
A todos nos resulta familiar la imagen de una cantante de ópera haciendo estallar en añicos una copa de cristal de Bohemia gracias a la potencia de su voz.
Otra imagen que probablemente acudirá a la retina de la mayoría es la de una serie de copas llenas de agua a distintos niveles que, al deslizar el dedo suavemente por el borde, resuenan con distintos timbres y tonalidades.
Estos dos hechos relativos a la región de Bohemia que, tal y como se puede deducir de la explicación previa, están profundamente relacionados, han permitido a Petja Mucha, natural de la región que nos ocupa y graduado por el conservatorio de Praga en 1985 en las especialidades de violín y solfeo, obtener unos ingresos extra nada despreciables (100 euros) mostrando cada fin de semana las cualidades de su región, combinadas, en la calle de la Sal.
Estos ingresos le permiten adquirir un bocadillo de calamares a última hora cada domingo y comprarse un par de prendas de ropa nuevas cada viernes por la tarde.
De vez en cuando, mientras recoge su improvisado escenario, piensa en uno de sus profesores del conservatorio, que siempre le recordaba su perfecta capacidad de ejecución mecánica en contraste con su galopante falta de talento.
Cada vez que le asalta este pensamiento sonríe con superioridad, acordándose de que su profesor del conservatorio recibe al final de cada mes un cheque en el que está escrita la triste cantidad de 8000 coronas (286€).
Y, además, la última vez que le vio, hace dos Navidades, seguía llevando el mismo abrigo soviético de coderas raídas que hacía veinte años.

15 de abril de 2007

Manuela era un travesti que vivía en la calle Santa Bárbara.
Una noche de verano su novio llegó puesto hasta las cejas y la mató de siete sartenazos.
Los periódicos no supieron si llamarlo "violencia de género" o "ajuste de cuentas", así que la noticia cayó en el olvido.

7 de abril de 2007

Mírala, двадцатидвухлетний y tan bella.
Una nube en pantalones.
Dudando a la puerta si va a ser lo suficientemente encantadora.
двадцатидвухлетний y tan despeinada.
Aplastándose el pelo,
utilizando un cristal como espejo.
Mírala, двадцатидвухлетний y corriendo
con un esguince en la lengua.
Espoleando al mundo, que por fin escucha.
двадцатидвухлетний,
Va pasando, triunfal.
Susurrando:
tirez la couverture à moi

¿Qué ha sido de nosotros, mon cher?
No creo que tengamos necesidad de meter a nadie más entre nuestras almohadas.
Durante toda la noche me contaste tus teorías de la vida para esto y para lo otro.
Al fin y al cabo estamos solos siempre.

7 de marzo de 2007

1:43 a.m.

El ruido se aprovecha de nosotros
y nos chupa las entrañas.
Nos agota.
Nos deja secos.
Nos abandona en la cama y se nos quedan los pies fríos.
Pero la bella cité no nos espera;
Se escapa y la perseguimos por sus venas.
Todos locos.
La noche huele al traqueteo de los camiones de basura
y a las casitas diminutas
que nos engullen a partir de las ocho y media.
Cubículos que nos regurgitan periódicamente.
Se nos quedan mirando con los ojos de par en par como ventanas.
Y sentimos el ridículo.
Y la ropa tendida.
Las rebajas.
La gente guapa y todos los demás que somos feos.
Los únicos pájaros que vemos son los pájaros muertos.
Que nos miran con los ojos abiertos como tripas.
Y sentimos el ridículo.
5 segundos de amor vibrante en la oficina
Y una chica pegando una patada a una farola
que se enciende.
Es de noche y llueve.
Las viejas miran con cuencas que parecen cucharas.
Cucharas suecas.
Y sentimos el ridículo.
Todos locos.
En la cama nos masturbamos para tener buenas ideas.
Con cualquiera.
Sin pijama.
El ridículo es una flecha amarilla
que empieza en las caderas y apunta al centro de las costillas.
Ya no nos duele.
Bendita costumbre.
Todos locos.