22 de mayo de 2010

Después

Para siempre

descontrolado entre empujones
tu cuerpo a manotazos entre las finas líneas del tiempo
y tan simple
tú,
tan claros nosotros.
A nadie se le ocurriría despojarnos de la desnudez de este momento,
puros como cometas rasgando el cielo
-me agarras la mano en este instante-
somos casi la pared blanca en la que se estrellan las olas.


Tu mano diminuta es bella como un diamante a escala.
Te acaricio
y parece lógico que hoy sea el único día que exista.
Tu cuerpo tan sencillo contra el tiempo,
indescriptiblemente perfecto y absoluto

para siempre.

11 de mayo de 2010

Dani Herrera: A la Gran Vía, por su 100 cumpleaños

Autor: Dani Herrera



GRAN VÍA

Cuando eres todo el horizonte, cielo,

cuando eres sólo gris, neón y taxis,

cuando soy la meta de mí mismo

−de nosotros−

y el momento de ida o vuelta.

Cuando deambulándote

como a una vieja ramera, camarada,

y me acunas o me escupes

convirtiéndome vertido

en el polvo de tu acera,

entonces llueve, quizás,

o destroza el ruido tus acantilados

y me veo en el abismo de tus charcos

como a vista de pájaro, canalla,

y pienso paso a paso,

con mis zapatos que son lenguas,

pienso a veces que te quiero, cielo,

que tú eres el mar de Madrid,

que tus olas me respiran

de humo, como humo en círculos

y me dejas ser tus ojos

y tu viento amargo que danza la basura

me da vida si te vivo

y da paso a los pasos que son besos.

Vieja ramera Gran Vía,

todo horizonte y meta,

deja que te lleve en mis bolsillos desgastados,

en mi corazón deshecho a fuerza de camino,

que eres tú la única que me queda y que deseo

aunque la alegría sean llantos

y siempre

te termine dejando, patria mía,

en la esquina más inmóvil de mi memoria.

(Madrid, otoño de 2007)