30 de noviembre de 2007

Y quiero ser el mundo

quiero ser tú ser yo ser nosotros.

quiero ser parte de la iglesia del agua bendita,

quiero que me bautices en vodka.

Quiero ser la noche que nunca acaba y nos duele en las entrañas

la noche que nos duele en el centro del sufrimiento.

Quiero que seamos las confesiones más vergonzosas,

el sadomasoquismo y el miedo a morir.

Quiero desafiar a las morales eternas de la cama

y que la cama sea cama y paraíso

y que nunca,

nunca

tengamos que mirarnos a los ojos

y reconocer que mañana será un día diferente

25 de noviembre de 2007

Pistolas

Espérate.


Ni tú ni yo fuimos lo suficientemente valientes,

ni tuvimos las suficientes agallas

como para comprar pistolas

y comprar máscaras negras

y guantes de plástico

y finalmente cometer el crimen que nos ardía debajo del estómago.

No veo tu reflejo en ningún lado,

simplemente estás delante

con tres velas en las manos

y yo con la mente en las montañas

viendo cómo las hormigas te van subiendo por las piernas

viendo cómo tus hormigas me van subiendo por las entrañas.

Somos dos cobardes desnudos envueltos en la bandera del desarraigo.

Se nos caen los dedos,

se nos están cayendo los dedos en el suelo y al parecer no importa.

Nos cae la lluvia en la nuca,

se nos caen los dedos ordenadamente y la lluvia nos sale de la boca y al parecer no importa.

En la calle un hombre con barba enciende las farolas,

como en la infancia, cuando el miedo aparecía.

Los hombres con barba encienden los temores y yo te tengo entre el recuerdo de las piernas.

El enemigo tiene tu cara y tú y yo ya no somos cobardes.

Frente a frente, con una pistola en cada mano, conseguimos apretar el gatillo.