no tengo mucho tiempo.
hay tanta nieve fuera que un canguro trepida inquietante plasmando noches cerradas en la ventana. boxea boxea contra nosotros dos y tú te pierdes en una ducha eterna vas con el coche adivinando un camino apostrofado hiriendo abetos. oh sí dormir entre tus brazos es todo lo que quiero es todo lo que pido quizá también puedes acariciarme el centro ideológico-neurálgico un par de minutos para hacerme la mujer más feliz.
camino con una gabardina por un mundo de posguerras personales y me llamas cariño me miras con tus ojos azules de mañana y tu pelo tan suave que parece el líquido que da vida y belleza al mundo.
suenas resuenas tanto tú a veces entre estos no-edificios blancos por el frío y el espanto ante la soledad, y estática yo te observo volver al útero gritando una sonrisa eterna lamiéndome los hombros con tus manos de roble y tu cintura de abedul.
dame más siempre
dame más siempre
dame más para siempre
soy tuya.
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