31 de diciembre de 2007

indispensables hoy

Nos quitamos
............................palabras
............................paroles

...........................................como
........................................si nos ardieran
.......................................................en el
.......................................................papel

es.

inconcreto en este momento
un sentimiento
mutuo
común
hacia ella(s)
..........vosotros

........................que queréis amar
........................sois
......................................................es decir

queréis ser
amados.

Sin mirar.
Sin mirar.

........................Nos pesan las palabras
................................................................en
.....................................................................las
..........................................................................manos desolladas.

Nos duelen hoy.
........pesa hoy el mundo.


Cargamos con siglos

de

dolor en líneas
perfectamente paralelas.

somos.
concretos hoy.
sintéticos.

somos.
elementos
...................indispensables hoy.
..............................................y mañana
..............................................y mañana

30 de diciembre de 2007

Thanks

re: imp overcome.
_happiness_
litigation won.

and

just in case
just because

luv
is
not
........your reward 30.12.07.

u r
u r not dead today.

*thanks*

re: being alive later than 1400

did........................ did
not........................ not
slide...................... smell
away..................... white
again..................... wet
today.................... blankets.

23 de diciembre de 2007

*escapismo*

Alltid
är bara ett ord
är bara en tidrymd
är bara en känsla.

Du
är bara en människa
är bara ett ord
är nu min.

Och
de andra
är
var
blir
bara ord.

Och vi
du
jag
blir bara
skugga,
skada...

alltid existerande ord.



Siempre
es sólo una palabra
es sólo un lapso de tiempo
es sólo una percepción.


es sólo una persona
es sólo una palabra
e(re)s mío.

Y
los demás
son
fueron
serán
sólo palabras.

Y nosotros

yo
seremos sólo
sombras,
cicatrices...

palabras siempre existentes.

13 de diciembre de 2007

El infierno

A ayer


El infierno es la sala de espera enmoquetada de un aeropuerto inglés.
Es el tú y el yo enfrentados
delante de una magdalena
que a cada bocado nos da más ganas de arrancarnos el estómago y los harapos.
El infierno es una música de ascensor,
es una canción hecha por una máquina
para el deleite de los espíritus débiles.
El infierno no son putas y dictadores,
somos tú y yo con lazos rojos en las manos y en la solapa;
cargados hasta arriba,
armados hasta los dientes con todas las bombas de la Guerra Civil.
Tú yo con la piel ajada, agujereada,
y el mundo cabalmente enlazado,
ignorantemente unido por finos hilos de indiferencia.

9 de diciembre de 2007

Los ocasos son sólo ocasos
por culpa de la perspectiva
y las letras son difíciles
y las noches están saturadas
cuando nos drogamos,
cuando hablamos como un pentagrama;

estamos formados por líneas paralelas.

Somos una máquina frente al mar en una cama compartida.
Somos el soplo de aire que sale de la boca de un muerto.

4 de diciembre de 2007

Gran Vía tan vacía un martes
y nosotros sintiendo tan dentro el peso inexistente de la eternidad
años de aprendizaje que no sirven para nada
años de eternidad asimilada que no ayudan en absoluto
como hijos que viven solos en países extraños
y madres que dan leche negra en la madrugada.

Coches que pasan como fantasmas por la calle llena
camas que parecen vacías pero queman como violaciones absolutas
grandes decorados que van cayendo con las manos anuladas
y muchachas vestidas de seda con grandes pechos y corazones blancos.

Te quiero tanto,
te querría igual si el mundo estuviera invertido
y te querría igual a sabiendas de que nunca me jurarás amor eterno.
Simplemente te quiero tanto que las rodillas pesan como cargas de plomo
como balas de plomo que se me incrustan bajo la costilla derecha.

La vida no deja de ser una película barata
con sexo de segunda
asombros torpemente calculados a la primera
mujeres a dos bandas
y crujidos en la espalda en mañanas de amanecer postizo.

Te quiero tanto,
te querría igual aunque mi vida estuviera diseñada por un arquitecto frustrado
y todos los casquillos de la segunda guerra mundial se me cayeran del regazo
cada vez que te quitara la ropa.

Nuestra vida no es más que un proyecto anulado de mañanas de adolescencia
una visión constantemente cambiante de un atardecer perfecto
entre amasijos de intenciones poco acertadas
y certezas de media hora capaces de desarmar todos mis instintos terroristas.

1 de diciembre de 2007

Aullido (versión libre)

He visto a las mejores mentes de mi generación

tragándose escaleras de mercurio a la salida de cualquier

estación de metro

y mirando por encima de los tejados buscando restos de cualquier licor,

vándalos burgueses desesperados

que se tragaron la aurora con dedos ensangrentados

y esperaron a que una tropa de ángeles llegara

con espadas flameantes

a sacar el líquido de heridas que supuran morfina,

que interpretaron como signos inequívocos de placer

mañanas en la cama con leves dosis de autoindulgencia,

que mintieron y huyeron y bailaron como posesos

la danza perversa de los sátiros,

buscando condones inexistentes en cajones y bolsillos

y se maldijeron por el adulterio y continuaron desnudos follando como putas,

que lamieron restos de ojos vacíos por el impacto de la verdad

y olieron por narices abiertas respirando el auténtico aroma del mundo,

que tragando absenta absorbieron la realidad,

ahogándose en bosques verdes y abortos que nunca ocurrieron,

dudando de su esterilidad en un subidón de endorfinas,

que nunca llegaron a comprender una felicidad con sonrisa de virgen

de una boca que sale del otro lado de una barra bañada en whisky y años de sabiduría,

que tragándose el orgullo vomitaron en Avenida de América

todas las pasiones repentinas ahogadas en un estómago infinito

y conducidas por un taxista cocainómano

que guardaron la culpa y el hachís y las borracheras

y lo conviertieron en una explosión atómica de interacción humana a ritmo de jazz,

que volando entre edificios llegaron a tocar a Dios

llegaron a tocar querubines bañados en oro con la música estática del renacimiento,

escrita con notas blancas que alguien dejó en la tapa del baño de un bar,

que en Nueva York se atragantaron con los huesos de Ginsberg

y sacaron las entrañas para llenar una casa entera de profundo arrepentimiento

mezclado con impotencia y presidentes muertos,

que inundados de orgullo y asco y muerte y una sensación etérea en Malasaña

jugaron a ser dramáticos personajes una copa tras otra

perdiendo el orgullo y el equilibrio y la cartera

en el suelo lleno de charcos bañados de brotes de grandeza,

que arrastrándose como nubes coléricas entre antenas inútiles

desearon no haber comido nunca la fruta prohibida del desengaño,

que amedrentados volvieron a casa a esperar un fin del mundo que siempre llega pero nunca acaba,

jugando a la ruleta rusa bañados en vodka y manzanas podridas recién cortadas del árbol

que tirados volvieron a una cama vacía

alucinando en la plaza del dos de mayo un mundo de luces azules

y guardias poniéndose en las esquinas

con trenes sonando y viejas cruzando

y toda la muerte y las penas del mundo metidas en una jeringuilla.


He visto a las mejores mentes de mi generación

regocijándose en la mierda y en los mejores momentos

y volando hacia un lugar en el que tocaron a un Dios que no existe

y cerrando la ventana por donde se cuelan algunas noches las estrellas

y diciendo adiós cuando un escalofrío y un aullido

que se escapan desde el centro del dolor

ven despuntar el alba.

30 de noviembre de 2007

Y quiero ser el mundo

quiero ser tú ser yo ser nosotros.

quiero ser parte de la iglesia del agua bendita,

quiero que me bautices en vodka.

Quiero ser la noche que nunca acaba y nos duele en las entrañas

la noche que nos duele en el centro del sufrimiento.

Quiero que seamos las confesiones más vergonzosas,

el sadomasoquismo y el miedo a morir.

Quiero desafiar a las morales eternas de la cama

y que la cama sea cama y paraíso

y que nunca,

nunca

tengamos que mirarnos a los ojos

y reconocer que mañana será un día diferente

25 de noviembre de 2007

Pistolas

Espérate.


Ni tú ni yo fuimos lo suficientemente valientes,

ni tuvimos las suficientes agallas

como para comprar pistolas

y comprar máscaras negras

y guantes de plástico

y finalmente cometer el crimen que nos ardía debajo del estómago.

No veo tu reflejo en ningún lado,

simplemente estás delante

con tres velas en las manos

y yo con la mente en las montañas

viendo cómo las hormigas te van subiendo por las piernas

viendo cómo tus hormigas me van subiendo por las entrañas.

Somos dos cobardes desnudos envueltos en la bandera del desarraigo.

Se nos caen los dedos,

se nos están cayendo los dedos en el suelo y al parecer no importa.

Nos cae la lluvia en la nuca,

se nos caen los dedos ordenadamente y la lluvia nos sale de la boca y al parecer no importa.

En la calle un hombre con barba enciende las farolas,

como en la infancia, cuando el miedo aparecía.

Los hombres con barba encienden los temores y yo te tengo entre el recuerdo de las piernas.

El enemigo tiene tu cara y tú y yo ya no somos cobardes.

Frente a frente, con una pistola en cada mano, conseguimos apretar el gatillo.

15 de septiembre de 2007

Y el mundo se acaba
os he visto
con los ojos en las manos
gritando
que el mundo se acaba
yo quiero ser el fantasma que recorra europa
quiero que en las aceras
se vea mi rastro
que madrid respire el sudor
que me sobra cada día.
Quiero
increíblemente quiero
que me respiréis esta noche.
Estoy cansada de oír
que somos marionetas
hoy no somos nada de nadie
yo quiero ser el fantasma que recorra europa
y vosotros podéis elegir qué queréis ser
y arrastraros por las calles
hasta que no os quede piel
hasta arriba de todo
cantando canciones desafinadas
poco acertadas para estos momentos
con los halcones planeando sobre nuestros hombros
y los ríos secos
las venas secas
el mundo que se acaba
y se hace pedazos.
No queremos copiar nada de nadie
no queremos copiar nada de nada
yo quiero ser el fantasma que recorra las calles de este país
y vosotros podéis elegir quién sois esta noche.

11 de septiembre de 2007

El día del orden final

Disidentes, bienvenidos.
Hoy es miércoles
el día de los errores fatales.
El día inconscientemente intermedio,
el día del orden final.
Y no quiero oír quejas de nadie:
al que proteste,
le corto la lengua.
Es el día del espectador en nuestro cine particular
el día de las películas de invierno en tardes de septiembre.
Qué gran idea.
Hoy es el día en que las cadenas de montaje no pararán,
el día en que el tráfico acabará colapsando las arterias de la ciudad
y quizá Madrid finalmente explote.
El día en que todos los bloques de hormigón terminarán de colocarse en fila,
uno tras otro en fila
y empezarán a tener sentido
mínimo sentido dentro de un círculo de cinco puntas.
Uno, dos, tres, tú y yo.
Cinco puntas afiladas para el miércoles.

Hoy eres un miércoles de mierda,
totalmente falso.
Eres un momento imperfecto dentro de una vida.
Es difícil resistirse a saltar cuando se tiene la soga al cuello.
Hoy la tengo atada;
la semana se ha puesto en su propia contra
para acabar con todo
con el resto de la felicidad mundana,
acabar con nosotros
y el tráfico que explota
las navidades en invierno
el mundo que sale despedido a esta hora.

No quiero quererte.

El 16 de abril de 2002 fue miércoles, me juego la mano izquierda.
Fue el día en que empezaron los errores permanentes.

9 de septiembre de 2007

Por mí el primero

El frío nos estuvo recorriendo los huesos
durante veinticuatro semanas seguidas.
Fuimos niños lánguidos,
altivos.
Los coches no eran lo suficientemente imponentes
como para evitar que cruzáramos la carretera.

Nuestras caras,
en la calle,
vacías y perfectas:
maniquíes con bocas demasiado rojas,
ojos de Premio Nobel,
laca en el pelo.

Nosotros,
todos los pequeños hijos de las más grandes perversiones de un país,
nos estuvimos mirando
durante veinticuatro semanas enteras;
con odio y con ganas de abrazarnos
hasta que dieran las cinco de la tarde.

Y así todos nosotros,
los que fuimos capaces de asesinar al hexámetro,
nos miramos agazapados
en chaquetas de cuello alto
y parapetos intercambiables.
Tirados en la calle aprendimos
que la vida consiste en adaptarse a la idiosincrasia estructural del momento
y que la felicidad no es más que el susurro calculado de un amante lascivo.

Somos doctores del capitalismo barato
y acabamos cada noche
en nuestra triste cama vacía
llena de todos nuestros hermanos muertos.

Pero hemos vencido
y hemos perdido
y no nos importa
porque sabemos que nada dura
más de veinticuatro semanas.
Y todos los veranos inexistentes
estarán esperándonos al lado de cualquier portal
cuando estemos horriblemente borrachos
y los taxis vengan del otro lado
y por mucho éxito, dinero y belleza
no tengamos una casa a la que ir
y nuestro único amigo pasajero
nos esté vetado,
vedado,
absolutamente prohibido.

No nos importará
porque todo cambiará en veinticuatro semanas.
Y sabremos que no estamos solos
y que el mundo gira
alrededor de nuestra generación.

Queridos,
quiero quitarme el cráneo por todos los veranos prorrogados
que hacen que me llegue la sangre
a las manos de cualquier persona.
Todas las noches en las que he querido
ser vosotros
y ver salir el sol
desde mis entrañas ajenas.

En este verano inexistente
estamos todos agazapados,
acechando entre los contenedores,
esperando a que pasen los inviernos repentinos
para correr hacia la pared en la que empezó todo el juego.

Y yo saldré,
con mi mejor sonrisa
y mi excitación mañanera
y golpearé, con el puño en alto,
un muro que se rompe.
Y pensando en vuestras caras
y en las peleas que aún no hemos ganado,
gritaré:

Por mí y por todos mis compañeros...

23 de agosto de 2007

Hier bin ich wieder
Alexanderplatz.

Wo sind alle meine hässlichen Menschen?
Habe euch vermissen.

Eure grauen Manteln am morgen
haben mir im Zug geretet.

Ich habe euch wirklich vermissen.

Die Dämmerung hinter den Glässern
ist jetzt versteckt
in den Krallen unseres neuen Feldgottes
-heute werde ich kein rotes licht trinken.

Ach, wo seid ihr, meine hässlichen Menschen?
Eure betörende Gleichmütigkeit habe ich vermissen.

18 de agosto de 2007

Me gustaría poder decir

que es agradable que haya un lastre

que te mantenga conectado al mundo,


pero hoy no: es domingo.


Y los domingos son maravillosos

para comer solo,


encerrado en el tercero oscuro y sin baño

mirando las olas de reojo.


Un sándwich envuelto en plástico

Oh, oh, oh

Y mi canción preferida en la radio.


No,

hoy no dejaré a las gaviotas que vengan

a tirarme su mierda encima:


es domingo y llevo camiseta nueva.

Pasearé por la playa si quiero


con mis chanclas supersónicas,

levitando por la arena.


7 de agosto de 2007

Cuando estés en el camino

y pase alguien,

¿qué vas a decirle?

Nada.

Te quedarás callado

y cuando el caminante se aleje trescientos metros,

dirás:

“Hola,

me gusta tu aspecto”.

Y cuando se haya perdido detrás de los setos,

preguntarás:

“¿Por qué no me habrás llevado contigo?”

[el viento: cierra la boca con un rotundo silencio]

Y al atardecer

les dirás a los remolinos de polvo

que,

pese a todo,

ya no tienes miedo

“No, no tengo miedo”

Por la noche

repasarás las dramatis personae de tu vida

nombre a nombre

al pie del camino

con la cabeza clavada en las piedras

[graba cada vez el nombre de tu favorito en el suelo

para no perderte si vuelves]

Y, así, todos los días continuarás el camino

silbando

y cortándote los cordones poco a poco

para poder sujetar el hatillo

hasta que no queden cordones que cortarte

y los zapatos se te escurran una mañana.

2 de agosto de 2007

Hoy
He ido a trabajar demasiado temprano.
No hace falta decir
Que Madrid no existe en agosto
Y menos a las ocho de la mañana.
El café de hoy estaba helado.
Fue una regresión a la infancia,
Como un biberón de insulina.

Hoy
Casi dejo que se me suicide el portátil en la Castellana
Y me han entrado ganas de salir corriendo en pelotas hasta casa.
A veces los pasos de peatones están dispuestos a propósito
Para que todo vaya más rápido.
Ni que decir tiene
Que Madrid en agosto es una radiografía
Y más a la hora de la siesta.

Hoy
Probablemente no vaya al gimnasio
No he hecho la compra
No he hecho la cama
Quizás os haya echado de menos un rato
Mientras decía palabras como “preciosista”,
Pero no sé,
También se disfruta al llegar a casa
Cuando todo está manga por hombro.

No en vano,
La cultura española se construye en torno a la figura del Rodríguez.
Pero sólo en Madrid y en agosto,
Cuando no existe la responsabilidad
Y en el autobús hay sitio para leer
Y parece que se nos olvida a todos
Que la M-30 existe
Y matamos mosquitos a palmadas.

Madrid en agosto, el pincho de tortilla y la siesta

Deberían ser patrimonio de la humanidad.

29 de julio de 2007

Vivisección de un pastel de zanahoria

A las 5, en Brighton,
estoy harta de tanto museo.

No ha sido memorable,
pero tus palabras de esta mañana
me han dado la paz interior de haber realizado
una buena obra.

Ya tengo carta blanca para los próximos dos meses.
He compensado.

Está de moda ser vegetariano.
Qué bien.
Yo ahora me estoy comiendo los intestinos del bizcocho,
y estoy leyendo a Frank,
nuestro abuelo.

Si pudiera, cortaría las líneas telefónicas del mundo.
Me pregunto cómo lo consigues tú cada mañana.

Ya he llegado al útero.
Una pequeña zanahoria se abraza a una trompa de falopio
y me pide llorosa que no la pinche.

La engarzo gentilmente en el tenedor y me la meto en la boca.

Una acción buena compensa otra mala:
dejo vivir a otra pequeña zanahoria;
el pastel estaba preñado de gemelas.

Por algún motivo,
después de haber cometido esta atrocidad sin inmutarme,
sigo acordándome de hace dos años.
Ahora son 23.

Es estúpido cómo pasa el tiempo.

26 de juliobre

Disculpenme la falta de acentos,
estoy en tierras barbaras



En la tele cuatro intelectuales discuten
el ultimo libro de Harry Potter,
y fuera llueve.
Tambien hay una pelea.

La moqueta de esta habitacion me recuerda
a cuando el mundo era una burbuja.
Ahora es todo secretismos,
contraseñas
y megacorporaciones que parecian de coña
en los libros de hace 20 años.

Tu y yo cada dia hablamos menos.

Nos estamos yendo a la mierda.

A la chica del pelo teñido

Tienes cara de estar enferma.
Los bordes de los piercings rebosan pus
y la anorexia te cae chorreando
por el bajo
de los pantalones.

Pero la luz sobre la mitad rosa de tu pelo
tiene un efecto increíble a las 6 de la tarde.

25 de julio de 2007

- Papá, ¿pero por qué no has cogido la línea cuatro y luego has cambiado
en Avenida de América a la siete para ir? ¿No ves que es más rápido?

- No, pero yo lo he hecho por lo seguro, ¿no ves que es una
línea recta?

- Pero es que lo que yo te digo es lo seguro.



La mujer-rojo de las sandalias plateadas iba subiendo -o bajando- las escaleras de manera especialmente lasciva a pesar de su falta de interés por la moda de nueva temporada y su exceso de décadas para el público presente.
Al llegar al andén, se sentó y sacó una revista del bolso.

- No aguanto a la de recursos humanos, tía. El otro día estaba tocándose
las narices y luego, claro, parece que soy yo la que no hace nada.

- Es que no haces nada.
- ¿Cómo dices?
- No haces ni la infinitésima parte de tu trabajo. Si no te dedicaras a reptar
por las paredes todo el día te apreciarían más. No sé a quién se
le ocurrió contratar a una babosa.

- Eres una intolerante.
- Y tú una babosa.


Pasaba las páginas enseñando cada uña en la pasarela Cibeles. Princesas. Princesas. Duquesas y condesas. Princesas embarazadas.
Ex princesas.
La página 56 hizo una pequeña cabriola y la señorita en la playa le guiñó un ojo al que iba sentado a su lado. Él, todo un caballero, se levantó el sombrero y esbozó una sonrisa.
Por desgracia, aquel bonito comienzo se vio truncado por el redoble de las sandalias de la señora-rojo: se cuadró, cerró la revista y emprendió una marcha nupcial hasta las escaleras de salida. Una vez allí se relajó, pasó páginas de la revista hasta encontrar al señor que anuncia los colchones y le hizo una carantoña.

El taquillero, que no había perdido detalle de la escena, salió corriendo detrás de ella. Se tropezó con una papelera y un taxista malintencionado le arrancó un botón de la chaqueta según hacía un sprint en el paso de peatones.

Con la lengua y los jarapos por fuera, el taquillero rodeó a la mujer-rojo, le colocó una mano en la cintura y otra en la espalda, miró a ambos lados y le dio un beso filmado por Truffaut.

Los pelos de ella se levantaron en armas y la revista se le cayó al suelo, con tan mala suerte que se abrió por la página 45, la del anuncio de colchones. El señor que anuncia los colchones miraba muy cabreado al taquillero, quien de repente se dio cuenta de que en lugar de "Flinman-plín: descanso orgánico sin fin" se leía... "Como vuelvas a tocar a mi señora te corto los cojones, cabrón".

El taquillero, su chaqueta y su ojal huérfano se pusieron pálidos y, haciendo una reverencia à la Tudor y escondiendo con gran estilo el rabo entre las piernas, volvieron desgastando la acera a la cueva de la que habían salido.

Sin lugar a dudas, el taquillero permaneció espantado el resto del día.

12 de junio de 2007

Ayer leí que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes europeos
-sólo superado por los accidentes de tráfico-,
y hoy he soñado que me comía a "Las Aceitunas Hermanas"
-increíbles criaturas de circo, aparentemente.

Si tuviera tiempo intentaría dar una explicación a estos hechos.

Llego tarde.

4 de junio de 2007

No quiero que mañana sea lunes.
Los lunes van armados con cuchillos.
No tienen compasión.
Nos levantan de la cama a voces.
Se creen Mengele.
Nos abren la boca,
nos miran las amígdalas
y nos las arrancan de cuajo.
Los lunes son la Santa Inquisición disfrazada de día de la semana.
Nos montan en el potro a las ocho y media
y no nos sueltan hasta las nueve.

Los lunes son crueles.
Son azules
son eternos hasta que dan las doce.

Los lunes son un tren mañanero hacia el gulag
particular de una élite desaprensiva.
Y todos nosotros hacinados somos los tristes presos de caras tristes y miradas aún más tristes.
Todo tan triste.

Si mañana no fuéramos ninguno a trabajar
habríamos ganado la guerra a los lunes.

27 de mayo de 2007

La danza macabra

Son todos los efectos nocturnos de arriba y abajo en la cama.
Los perros de ojos brillantes se quitan los ojos y los ponen en las cuencas de usureros.
Bailan con tutú,
Las orejas puntiagudas;
Y saltamos detrás del escenario.

La danza macabra.
La muerte a la puerta.
La noche a los lados.
No hay nada.

Las rosas de la inspiración están en su sitio.
Rojo y verde
Todo en su sitio,
Las rosas y la vida deseada.

Todo muerto.
Las ambulancias están hasta arriba esta noche.
Todos los cadáveres de los poetas muertos.

Otra caída por las escaleras.
Y la danza macabra sonando de fondo.

Los perros bailando,
La danza macabra
Y las ambulancias.

La noche en la cama
Arriba y abajo
La muerte a los lados.
Ya no queda nada.

23 de mayo de 2007

Nie wieder
werden wir einander angucken können.
Nie wieder
will ich dich haben.
Es wäre mir lieber
alleine auf der Strasse zu liegen,
wenn es kalt ist.
Wenn es wirklich kalt ist.
Nie wieder
sollten wir unerwartet treffen.
Es mag sein,
dass ich mich noch mal verlaufe.

6 de mayo de 2007

El día de la madre

Ignacio Manzano volvió a Alcaudete después de haber pasado bastantes años trabajando en París.

Encontró el pueblo algo cambiado: un par de coches nuevos allí y unas tapias renovadas detrás de la plaza. Había algunas casas nuevas, todas de color amarillo crema. Se respiraba el silencio.

Paseando por las calles con aire de indiano triunfador y saludando a las señoras que cosían aburridas en las puertas, se dirigió al taller de su primo Enrique.

Era lo que hacía cada mañana desde que se había jubilado y había regresado al pueblo. A acabar tranquilo, quizás. Sin trenes, motos ni gritos.

- ¿Qué tal, primo? – preguntó Enrique al oírle entrar.

Enrique estaba afanado en un amasijo de carne que yacía sobre una mesa.

- Pues tirandillo, ya sabes. El reúma va mejor.

- Sí... empezamos a hacernos mayores.

La pierna metálica de Enrique repiqueteó en el suelo mientras se daba la vuelta.

- Ven, acércate, ya los tengo casi acabados.

Ignacio Manzano se acercó a la mesa de trabajo. Se detuvo unos segundos a contemplar la obra de su primo. Boquiabierto, exclamó:

- Enrique, ¡te has lucido! ¡Parecen gemelos! Hay qué joderse qué maña tienes en esas manazas. Marisa va a ser muy feliz el día de la madre.

- Sí... Ya sabes que lleva muchos años queriendo tener hijos. Es mi manera de “solventar” el problema.

- Ya... Es que manda cojones. La cosa esa de la explosión y todos castrados. O estériles. O como sea. En Francia era igual.

- A veces pienso que es triste que la humanidad acabe con una generación como la nuestra.

Silencio.

- No nos pongamos dramáticos, primo. Todavía queda gente. Y jóvenes, los de treinta y cinco. Anda, genio, explícame cómo has hecho para que parezcan bebés de verdad. Hacía muchísimos años que no veía ninguno. Desde Nando el hijo de Adela. Ese fue el último bebé que vi nacer.

- Tiene que ser frustrante para un ginecólogo, ¿no?

- Bueno, primo, ya sabes que no me fue mal. En París yo diría que la menopausia es una plaga... y esas también me dan de comer.

- Pues la verdad es que no fue muy difícil lo de los bebés. Sólo me hizo falta mucha paciencia, unos litros de esmalte y 50 kilos de carne de cerdo.

- Ah, pues te han quedado de órdago.

- Sí, estoy muy orgulloso. Tantos meses de trabajo han merecido la pena. Ya verás qué contenta Marisa mañana... El niño se va a llamar Pablo, como su abuelo. Y el nombre de la niña aún no lo he decidido.

- ¿Qué te parece Brigitte?

- Es bonito. Sería un buen nombre para mi hija. Brigitte Ramírez. Si hasta parece una artista, ¡coño! Una pena que no vaya a crecer nunca.

Los primos se miraron durante exactamente cuatro segundos y medio.

- Oye primo, ¿y crees que podrás fabricarme unos bebés para que se los pueda regalar a Carmen yo el año que viene?

- Descuida, que al año que viene tu Carmen se despierta el día de la madre con un par de críos a los pies de la cama.

- Muchas gracias, Enrique. No sabes el peso que me quitas de encima. Siempre quise ver parir a mi mujer; al menos me quedará el consuelo de verla al lado de una cuna.

- De nada.

Se quedaron mirando fijamente a la ventana. Con disimulo, Pablo pegó una leve patadita.

- Ignacio...

- ¿Sí?

- ¿Qué quieres que sean, niños o niñas?

23 de abril de 2007

Cristal de Bohemia

Bohemia es una región histórica de Centroeuropa que ocupa los tercios occidental y central de la República Checa. La industria principal de la región, en cuanto a la exportación de materiales es el cristal. Los artesanos llevan siglos trabajando este material para conseguir las piezas más finas y cuidadas.
Incluso en el siglo XXI, el secreto de la elaboración del cristal de los talleres más afamados sigue transmitiéndose de padres a hijos.
Otro motivo por el cual la región de Bohemia ha gozado de gran renombre a lo largo de la historia es el hecho de que ha sido cuna de afamados músicos y compositores: Bedrich Smetana, Antonín Dvořák... grandes genios de su época que han provisto al mundo con algunas de las obras más hermosas de la música.
De hecho, se puede establecer una conexión entre estos dos aspectos artísticos de la región de Bohemia por medio de las copas de cristal.
A todos nos resulta familiar la imagen de una cantante de ópera haciendo estallar en añicos una copa de cristal de Bohemia gracias a la potencia de su voz.
Otra imagen que probablemente acudirá a la retina de la mayoría es la de una serie de copas llenas de agua a distintos niveles que, al deslizar el dedo suavemente por el borde, resuenan con distintos timbres y tonalidades.
Estos dos hechos relativos a la región de Bohemia que, tal y como se puede deducir de la explicación previa, están profundamente relacionados, han permitido a Petja Mucha, natural de la región que nos ocupa y graduado por el conservatorio de Praga en 1985 en las especialidades de violín y solfeo, obtener unos ingresos extra nada despreciables (100 euros) mostrando cada fin de semana las cualidades de su región, combinadas, en la calle de la Sal.
Estos ingresos le permiten adquirir un bocadillo de calamares a última hora cada domingo y comprarse un par de prendas de ropa nuevas cada viernes por la tarde.
De vez en cuando, mientras recoge su improvisado escenario, piensa en uno de sus profesores del conservatorio, que siempre le recordaba su perfecta capacidad de ejecución mecánica en contraste con su galopante falta de talento.
Cada vez que le asalta este pensamiento sonríe con superioridad, acordándose de que su profesor del conservatorio recibe al final de cada mes un cheque en el que está escrita la triste cantidad de 8000 coronas (286€).
Y, además, la última vez que le vio, hace dos Navidades, seguía llevando el mismo abrigo soviético de coderas raídas que hacía veinte años.

15 de abril de 2007

Manuela era un travesti que vivía en la calle Santa Bárbara.
Una noche de verano su novio llegó puesto hasta las cejas y la mató de siete sartenazos.
Los periódicos no supieron si llamarlo "violencia de género" o "ajuste de cuentas", así que la noticia cayó en el olvido.

7 de abril de 2007

Mírala, двадцатидвухлетний y tan bella.
Una nube en pantalones.
Dudando a la puerta si va a ser lo suficientemente encantadora.
двадцатидвухлетний y tan despeinada.
Aplastándose el pelo,
utilizando un cristal como espejo.
Mírala, двадцатидвухлетний y corriendo
con un esguince en la lengua.
Espoleando al mundo, que por fin escucha.
двадцатидвухлетний,
Va pasando, triunfal.
Susurrando:
tirez la couverture à moi

¿Qué ha sido de nosotros, mon cher?
No creo que tengamos necesidad de meter a nadie más entre nuestras almohadas.
Durante toda la noche me contaste tus teorías de la vida para esto y para lo otro.
Al fin y al cabo estamos solos siempre.

7 de marzo de 2007

1:43 a.m.

El ruido se aprovecha de nosotros
y nos chupa las entrañas.
Nos agota.
Nos deja secos.
Nos abandona en la cama y se nos quedan los pies fríos.
Pero la bella cité no nos espera;
Se escapa y la perseguimos por sus venas.
Todos locos.
La noche huele al traqueteo de los camiones de basura
y a las casitas diminutas
que nos engullen a partir de las ocho y media.
Cubículos que nos regurgitan periódicamente.
Se nos quedan mirando con los ojos de par en par como ventanas.
Y sentimos el ridículo.
Y la ropa tendida.
Las rebajas.
La gente guapa y todos los demás que somos feos.
Los únicos pájaros que vemos son los pájaros muertos.
Que nos miran con los ojos abiertos como tripas.
Y sentimos el ridículo.
5 segundos de amor vibrante en la oficina
Y una chica pegando una patada a una farola
que se enciende.
Es de noche y llueve.
Las viejas miran con cuencas que parecen cucharas.
Cucharas suecas.
Y sentimos el ridículo.
Todos locos.
En la cama nos masturbamos para tener buenas ideas.
Con cualquiera.
Sin pijama.
El ridículo es una flecha amarilla
que empieza en las caderas y apunta al centro de las costillas.
Ya no nos duele.
Bendita costumbre.
Todos locos.

22 de enero de 2007

- La noche en Madrid dura todo el día.

- Ya no me quieres, ¿no?

- No. Te quiero. Eres hermosa pero estás casada y no quiero acabar abrazándote en la cama de otro. No quiero tener nada que ver con novelones de 800 páginas.

- Quiero que sigas mirándome cada vez que pases por mi calle. No te olvides nunca de mi balcón. Sabes que en verano me aburro y me entra el insomnio.

- ¿Y qué haces para dormir?

- Fumo, veo la tele, salgo al balcón a ver si te veo, pienso en los posibles amores que fueron y que no fueron, me lamento y me cago en mi vida. ¿No has tenido insomnio tú?

- No. Yo cuando no puedo dormir tomo leche, me hago una paja y andando.

- Qué típico.

- También las tías vais al baño de dos en dos y yo no he dicho nada.

- Sí, bueno, pero eso es diferente…

- ¿Ah, sí?

- Sí. Verás, te explico.

- Me encanta cuando te pones nerviosa. Gesticulas un montón.

- No… A ver, las chicas vamos juntas porque siempre hay una cola tremenda y esperar sola es un coñazo.

- ¿Estás oyendo cantar a esos dos gilipollas?

- Sí. Vamos a gritarles.

- Déjales. ¿No te gustaría que tú y yo cantáramos a voz en grito en la calle?

- Me sentiría ridícula.

- Eso es estar enamorado.

- No. Yo una vez canté a voz en grito en la calle porque pensaba que me estaba luciendo. Can’t take my eyes off of you. Un desastre, vamos. Esa fue la cuarta o la quinta vez que decidí dejar de cantar en público.

- Qué poco romántica.

- Los artistas es que sois de un sanvalentinesco que tumba.

- Somos. ¿Cuánto tarda una persona en enamorarse?

- No sé. ¿Cuánto tardas tú?

- Entre media hora y una semana.

- Yo creo que depende de si eres artista-hombre o artista-mujer. Los hombres siempre sois presa del amor no correspondido. Las mujeres siempre somos presa del no-amor correspondido. ¿Tú cómo lo ves?

- Puede que tengas razón, aunque no sé si estoy de acuerdo. ¿Estás enamorada?

- ¿Qué es el amor?

- No empieces. ¿Has querido a alguien alguna vez?

- Una vez leí en un libro que estar enamorado es como una neumonía y querer a alguien es como tener una bronquitis crónica.

- ¿No tuviste una neumonía hace unos años?

- Sí, contigo. Y duele de cojones. Lo malo es que te echan del hospital demasiado pronto. Un día eres el centro de atención y una semana después se te han caído las tetas y tu marido se gasta la paga extra en la ferretería. Las enfermedades crónicas son un calvario, ¿no?

- No sé, por ahora solo he sufrido de ataques agudos. ¿Más vino?

- Sí, s’il vous plaît. ¿Y desde hace cuánto te dedicas a ser aprendiz de Kubrik?

- Un par de años. Hay momentos de la vida que los que uno tiene que plantearse ciertas cosas. Yo decidí una noche que si quería llegar a algún lado tenía que ponerme a partir de ese mismo momento.

- Fascinante. ¿Te escribió el guión Dickens?

- Eres una perra.

- No te enfades. Era broma. Con un mínimo de mala leche, claro. No, en serio, me das mucha envidia. Me jode no ser capaz de ponerme a escribir. Pero claro, tampoco tengo nada que hacer con lo que escribo. Mi madre lo compraría, pero no creo que haya necesidad de meter un editor en nuestras vidas.

- Estás demasiado derrotista últimamente.

- No todos llevamos vida de película. Entro a las 9 a trabajar y salgo a las 8 de la tarde. Llego a casa y hago la cena. Ceno. Veo la serie de turno en la tele. O me pongo a mirar por la ventana. Lo de leer lo dejo para los viernes por la tarde, que es cuando más lo disfruto. Y para el metro. Por lo demás no hago nada. Si hace siete años me hubieran preguntado qué quería de mi vida hubiera contestado algo totalmente diferente. Hace siete años no existían los problemas. El mundo era maravilloso y las tardes duraban para siempre.

- Antes te he dicho que en Madrid la noche duraba todo el día. Supongo que ese es el cambio. Antes te lo pasabas mejor.

- Supongo que el éxito personal es inversamente proporcional al profesional.

- ¿Tú crees?

- Hablo por experiencia propia. Supongo que cada uno elige la vida que más le llena. Hay gente que elige a Dios o a la familia. Yo aún no sé que elegir. Me siento demasiado fuera de todos los mundos.

- La derrotista-exagerada. Ni a Shakespeare le hubieran salido esas palabras.

- Vete por ahí. ¿Quieres otra copa?

- Vale.

- No te dejes las llaves, ¿quieres? Que luego me toca acabar durmiendo en la calle.

- ¿Y Óscar qué tal anda?

- No le va mal. Sigue trabajando en la tienda.

- ¿Le siguen gustando tanto las tetas como siempre?

- Jajajaja. De esas cosas no te olvidas, ¿no? Qué bueno. Acabó convenciéndote para hacerte unas fotos “al natural”, como decía él.

- Sí… bueno, la experiencia no estuvo tan mal. Mi sueño oculto siempre había sido ser modelo.

- Jajaja.

- ¿Y con quién anda ahora?

- Con una, con otra… Anda enamorado. Él sí que cree en el amor, no como tú.

- Enamorado de la primera con la que se cruza cada mañana, ¿no?

- Sí… pero enamorado, capulla. No, en serio, se le ve contento.

- ¿Sigue exponiendo?

- Qué va. Vendió la cámara y se compró una guitarra.

- Ah, ¿ahora toca?

- Tampoco. Pero bueno, dicen que pose tenía.

- ¿Y Alberto qué tal anda?

- No le va mal. Está trabajando de diseñador en una empresa. Se lo curra bastante. Creo que a finales de año le ascienden.

- Guay. ¿Sigue con Marta?

- No. Lo dejaron hace tiempo. Ahora está saliendo con una chica que se llama Elena. Es maja, pero no sé… le tiene totalmente absorbido. Apenas se le ve. Se compró una casa.

- ¿Qué?

- Sí, viven juntos desde hace unos meses. Chica, si es que no te puedes ir y que parezca que no ha pasado el tiempo.

- Pero ya he vuelto.

- Sí, a trastocarme. ¿Te parece bonito después de años sin dar señales?

- Bueno, pero en este último mes nos hemos puesto al día.

- Más o menos.

- Más o menos. Todavía no me has contado qué ha sido de ti. Te llevo viendo dos semanas salir del trabajo, pero además de que sigues trabajando en el mismo sitio y que ya has acabado de contarme cómo le va a todo el mundo no sé nada nuevo.

- Sí, y yo miro a tu balcón cada vez que paso por tu calle. También lo hacía cuando no estabas.

- No sé qué contestar.

- Supongo que cuando tú te fuiste me quedé congelado. No ha cambiado nada. Bueno, ahora hago películas. Tampoco son gran cosa.

- Sí, películas guionizadas por Dickens.

- No seas mala. Todavía no has visto nada. Y no me cambies de tema.

- Se me olvida siempre que tú te das cuenta de cuándo lo hago.

- Sí.

- Ya…

- Te estaba diciendo que cuando te fuiste me jodiste la vida.

- Lo siento.

- Ya…

- En serio.

- ¿Quieres otra copa?

- Vale.

- Whisky.

- Sí.

- ¿Te acuerdas de las cosas que queríamos hacer?

- Supongo que no he conseguido que se me olvidaran.

- Es una putada que te dejen tirado, ¿sabes?

- Supongo que las cosas no funcionaban e intenté que los dos tuviéramos una vida nueva.

- Claro… la señorita se fue de directora de no sé qué a otro país y yo me quedé tirado en el mismo sitio, con el mismo trabajo. Ah, tengo novia desde hace casi dos años.

- ¿Cómo no me lo has contado?

- ¿Cómo no me invitaste a tu boda?

- Todo fue muy rápido.

- Ya…

- ¿Y quién es?

- Verónica.

- ¿Y qué tal? ¿La quieres?

- ¿Tú qué crees?

- Dímelo tú.

- Pues te quiero a ti. ¿Te crees que es tan fácil dejar de hacerlo?

- Vas a tener que acabar dándome la razón con mi teoría sobre el amor y los artistas.

- No me cambies de tema.

- Ya sé que te das cuenta. ¿Quieres que nos tomemos la última en mi casa?

- No. No quiero acabar abrazándote en la cama de otro.